“Viendo las necesidades del mercado nos embarcamos en la producción de arroz parbolizado. En un principio parecía algo difícil pero creíamos en que con Dios todo se puede. Dijimos en ese entonces que si era la voluntad de Dios, íbamos a salir adelante con este emprendimiento. 

Tuvimos muchas facilidades para obtener créditos por ser la primera industria de parbolización de arroz en el país”.